documentales de ciberseguridad

¿Qué podemos hacer con los actuales dispositivos inteligentes? Lo cierto es que parece más fácil enumerar lo que no podemos hacer con ellos. El ciberespacio conquista cada vez más terreno en nuestra vida cotidiana en ámbitos como las finanzas o las relaciones personales. Pero muchos usuarios actúan como ‘niños digitales’ que no siempre toman las medidas de precaución necesarias o subestiman los riesgos en un entorno donde una mala contraseña compromete nuestra identidad digital. 

Como sucede con cualquier tipo de actividad delictiva, el cibercrimen también evoluciona. En la actualidad los ataques más frecuentes están relacionados con el secuestro de datos y el cifrado de páginas de grandes corporaciones para pedir un rescate por su "liberación". Pero los 'hackers' no siempre son los perpetradores de estos crímenes. De hecho, en su gran mayoría se dedican solo a vender las herramientas para llevarlos a cabo y así minimizar los riesgos que corren. 

A mucha gente no parece preocuparle que puedan acceder a su información personal en la Red. Alegan que no tienen nada que ocultar o que pueda usarse en su contra y por ello no se esfuerzan demasiado en proteger esos datos. Los expertos, sin embargo, piensan que esta negligencia es la que sirve para facilitarle el trabajo a los ciberdelincuentes a la hora de preparar sus estafas. Además, pueden usar esa información directamente contra la persona o para atacar a su entorno o a su empresa 

Cuando uno pide su desayuno desde la cama moviendo un dedo, no se imagina que, además de poner en funcionamiento esa 'magia' que le traerá la comida caliente en 15 minutos, también abre la puerta a un mundo con numerosos riesgos. Para que la 'magia' tenga lugar, su teléfono tiene que saber mucho sobre usted: sabe dónde vive, mientras que Instagram le manda anuncios personalizados y Facebook reconoce su cara. Seguimos entregando a esas aplicaciones mucha información a cambio de más comodidad. 

Cuando a uno le hablan de hackers es imposible no pensar en los que supuestamente trabajan para tal o cual Estado en labores de espionaje, saboteo o desestabilización de otros países. Y lo cierto es que todos los países desarrollados han creado protocolos y grupos de trabajo para contrarrestar las ciberamenazas. Ahora bien, ¿cuántas de las atribuciones de ciberataques que aparecen en los medios son reales y demostrables? Y en concreto, ¿está fundado todo lo que se dice sobre los hackers rusos?.